Conocí a Koldo Sebastián gracias a
unos pequeños carteles de una exposición suya en Cadaqués donde yo comisariaba
una exposición de Cuixart el verano de 2005. Me atrajo poderosamente la
estética austera pero llena de enigma y la poética intrínseca de aquella
imagen. Desde entonces le he ido conociendo y puedo afirmar que si siempre hay
un vínculo entre el artista y la obra, en este caso la obra es un fidelísimo
reflejo de su personalidad.: Por un lado él és metódico, ordenado,
autoexigente, perfeccionista. Por otro es un hombre lleno de sensibilidad que
necesita, la armonía, la poesía a quien atrae profundamente el ascetismo y la
espiritualidad orientales. Por eso sus obras no son de una geometría fría sino
que introducen la sutileza de estos veteados etéreos y evanescentes, del
trabajo al óleo cuidadosamente encerado ... Kandinsky y Mondrian, las dos
tendencias opuestas de la abstracción, conviven y se complementan en una
dialéctica y una tensión perfectamente equilibradas.
Siempre ha trabajado con estas premisas,
metódicamente, a través de series. Pero Calignometrías
es la más prolongada en el tiempo, 10 años que culminaron en una exposición
magnífica en el Museo de Pamplona el pasado verano, realmente exquisita y
memorable. Calignometrías significa "la medida del ángulo perfecto."
Su trabajo parte del ángulo recto y del cuadrado como figura básica
multiplicado x2, o dividido la mitad, la ¼ parte, pero incorpora también
elementos subjetivos de la experiencia personal: la trilogía cromática
inspirada en el Cabo de Creus (el gris de la pizarra, tan típico de la zona, el
marrón y el blanco) lugar donde él descansa cada año y recupera su potencial
anímico, la plenitud personal.
Los característicos veteados como de
mármol nos recuerdan las piedras, las rocas pero también nebulosas del cosmos, por tanto hacen referencia a la vez al microcosmos
y al macrocosmos, una primera dualidad significativa en su obra. Pero este
espacio inconcreto se encuentra compartimentado en cuadrados y / o rasgado por
un trazo rectilíneo vertical u horizontal que interrumpe drásticamente esta
sensación espacial. Es decir hay una irrupción de lo finito en lo infinito, de
la concreción en la abstracción, de la temporalidad en la intemporalidad , o en
definitiva una confrontación del tiempo y del espacio. Toda una serie de
binomios dialécticos que se encuentran en el trasfondo de su lenguage plástico y lo fundamentan
conceptualmente.
En un momento dado, Koldo siente la
tentación del reto, de ir más allá y se le ocurre trasladar estas proporciones
y conceptos a la tridimensionalidad. Después de intentos varios se decide por
planchas de 20cmx10, la misma proporción de los cuadros con cortes que
coinciden con las líneas mencionadas donde se insertan unas en otras. . Más
tarde consolida el experimento ya con planchas de 50 x25 sometidas a un proceso
industrial de pintado inalterable que refleja fielmente la tricromía esencial
en construcciones o estructuras de 16, 32 o 48 piezas que evocan arquitecturas,
espacios habitables ... y donde aplica las casi infinitas posibilidades de la
combinatoria cada vez que hace un montaje que será irrepetible.
Sin embargo nada de esto es fruto del azar.
Todo resultado de la voluntad, y de la reflexión, pero también del vínculo
afectivo con uno de los lugares más emblemáticos de Catalunya como es el Cabo
de Creus, toda una revelación existencial que, junto con la experiencia de la
cultura japonesa que ha estudiado muy a fondo, toma forma en estas obras que
nos serenan y nos transportan a un universo de reflexión, equilibrio y
silencio.
Galeria d'Art Joan Planellas. Tossa de
Mar. (Girona) del 1 al 31 de julio
Raquel. Medina -2012